lunes, 17 de octubre de 2011

Cantar de mío Cid


Somos el grupo 3 formado por Ricard, Gerard, Guifré y Verkaik y durante esta exposición vamos a hablar sobre el Cantar de mío Cid.
Empezaremos explicando que son los cantares de gesta y haremos una pequeña introducción sobre el Cantar de mío Cid. A continuación hablaremos de su protagonista y de su estructura, tanto interna como externa. Después explicaremos el cantar del destierro y el cantar de la Afrenta de Corpes.
A parte, también hablaremos del contenido, es decir, comentaremos algún fragmento y explicaremos el significado de algunos versos y cosas que ocurren. Para acabar, señalaremos los rasgos del estilo épico que aparecen en el Cantar y mostraremos una lista con la terminología <<militar>> desde el verso 732 al 777.

Los Canteras de gesta son el nombre que reciben las obras literarias de la Edad Media pertenecientes a la épica, es decir, obras que explican las hazañas de héroes históricos. Eran narradas por los juglares, que eran hombres que iban de pueblo en pueblo para entretener a la gente.

Sobre el Cantar de mío Cid, hace falta destacar que es una obra anónima y que se cree que fue compuesta a principios del siglo XIII por un poeta culto. De esta obra se conserva un manuscrito copiado en 1307.

El Cantar de mío Cid narra las hazañas de Rodrigo Díaz de Vivar, que nació en el 1040 y murió en el 1099. Vivió durante el reinado de Alfonso VI, que primero fue rey de León y más tarde de Castilla y León. Fue un importante personaje histórico, admirado por su categoría militar y su trabajo como conquistador. Pertenecía a la baja nobleza castellana y estaba al servicio de Sancho II, rey de castilla.
El Cid consiguió muchas hazañas al largo de su vida. Conquistó muchos territorios, de los cuales uno de los más importantes fue Valencia, contribuyó a resolver el problema fronterizo con Navarra al vencer un duelo judicial y participó en muchas batallas, entre las cuales hay que destacar una que se produjo en Zamora, donde murió su señor, y la corona pasó a Alfonso VI. Como se sospechaba que Alfonso VI había participado en la muerte de Sancho, se vio obligado a prestar un juramento de purificación en Burgos delante del Cid.
Estos acontecimientos nos dejan ver que la baja nobleza castellana veía con resentimiento a la nobleza leonesa y a la alta nobleza castellana, ya que gozaban de auténticos privilegios. El pueblo se sentía más identificada con la nobleza baja castellana ya que le era más próxima que la alta y eso hacía que estuvieran a favor de la baja, y más concretamente del Cid, que es el que la representaba. 

El Cantar está dividido en tres cantares:
-          Cantar del destierro.
-          Cantar de las bodas.
-          Cantar de la afrenta de Corpes.

Los versos no están agrupados en estrofas, sino en tiradas de versos monorrimos de medida irregular (entre 10 y 20 sílabas métricas, con cesura o hemistiquio de 6 a 8 sílabas cada uno) y con un variable número de versos (la menor es de dos, y la mayor, de cien). La rima es asonante.

El tema del fragmento es el dolor que siente el Cid al abandonar su hogar y su tierra.



Los infantes de Carrión están resentidos desde el episodio después de la boda en el que aparece un león en el hogar del Cid. Los infantes de Carrión iban paseando y se lo encontraron y la criatura les causo tanto temor que huyeron pidiendo ayuda. Entonces el Cid fue a ver al león, se puso delante de el y lo acarició dejando en humillación a los infantes públicamente.
Los infantes de Carrión para vengarse dijeron al Cid que querían llevar a sus hijas a su pueblo para presentarlas delante de su familia y el Cid aceptó.
Entonces, de camino al pueblo los infantes maltrataron y abandonaron a las hijas del Cid  en el robledal de Corpes humillándolo a él. Este suceso se refleja en los siguientes versos:

Todos se han ido, a solas están ellos cuatro.
Tanta maldad prepararon los infantes de Carrión:
“Ya podéis creerlo, doña Elvira y Doña Sol:
aquí seréis ofendidas, en estos montes ariscos.
Hoy partiremos os dejaremos aquí,
no tendréis participación en las tierras de Carrión.
Estas noticias llegarán al Cid Campeador,
con esta deshonra vengaremos la del león.”

La crueldad queda reflejada especialmente en los siguientes versos: <<con las cinchas correderas las golpean sin compasión, / y las hieren con las espuelas agudas, / y les rasgan las camisas y las carnes>>.
El juglar expresa con vehemencia que se cumpla justicia y reclama la intervención del Cid. De alguna manera, nos está anticipando que la honra privada (familiar) del Campeador ha sido mancillada y que debe restablecerse:
<<¡Oh, qué ventura, si asomase ahora el Cid Campeador!>>.





En el verso <<De los sus ojos / tan fuertemente llorando>> encontramos un pleonasmo, ya que este” fuertemente” es una palabra que ayuda a exagerar el contexto aunque innecesaria, ya que si la suprimimos no nos altera el sentido de la oración.
En los catorce primeros versos del Cantar del Destierro podemos observar que aunque el Cid sea un caballero y un guerreo también es humano y por eso se entristece y llora al verse obligado a abandonar su villa. También podemos ver su otra cara, la de creyente y gran devoto, ya que nunca deja de creer en Dios aunque el destino no le sea bueno. Estos versos son los siguientes:

Mientras lloraba con dolor y pesar,
giró la cabeza y contempló la villa antes de partir.
Las puertas y los postigos estaban abiertos,
y las perchas vacías, sin pieles, ni mantos,
ni halcones de caza, ni azores expertos.
 Suspiró Mio Cid afligido por la tristeza,
dijo con mesura y prudencia:
<<¡Loado seas, Señor, Padre que estás en el cielo!
¡Ésta es la intriga que me han preparado mis enemigos!>>
Aguijan a los caballos y sueltan las riendas.
Cuando salen de Vivar aparece las corneja por la derecha, y
Al entrar en Burgos vuela por la izquierda.
Meneó los hombros y sacudió la cabeza:
<<Albricias, Álvar Fáñez, nos echan de esta tierra!

Si a estos versos les añadimos el verso 15, <<Con gran honra por Castilla / entraremos a la vuelta >>, observamos que el Cid consigue rehacerse y anteponerse a la adversidad y a su fatal destino.
El tema principal del Mio Cid es el honor y el hecho de ganarlo, perderlo y recuperarlo. Al principio el Cid pierde el honor y honra públicamente cuando el rey Alfonso VI lo destierra acusado de robo. Entonces él y sus fieles empiezan una campaña militar sobre tierras no cristianas y cada vez que consiguen una hazaña el Cid envía un presente al rey. Finalmente con la conquista de Valencia, el rey perdona al Cid y le pide que case a sus hijas con los infantes de Carrión. Aunque el Cid no confía en ellos, casa a sus hijas para no desairar al rey.
Después de la boda, los infantes son dejados en humillación pública al huir de un león que el mismo Cid al verlo lo doma y también al huir de los árabes. Así los infantes deciden vengarse y en un bosque atan a las hijas del  Cid y las maltratan Con esto el Campeador vuelve a perder su honor y lo recupera cuando él le pide justicia al rey y éste permite un duelo. En el duelo los infantes quedan deshonrados y sus matrimonios desechos.

A Minaya Álvar Fáñez le matan el caballo y se ve obligado a luchar a pie con su espada. Mientras sus compañeros cristianos van a socorrerle el Cid observa a su amigo y va a socorrerle él mismo. Entonces acaba con un oficial moro y le da el caballo de éste a Minaya, demostrando que para el Cid él es muy importante.    

La épica española es bastante realista y por eso no suele exagerar a la hora de relatar hazañas bélicas. No obstante, en los versos 750-751 del Cantar, se exagera una secuencia bélica, ya que explica que el Cid, con solo un brazo, es capaz de partir con su espada el cuerpo de un soldado en dos. El Cantar nos presenta a un héroe modelo de las virtudes del caballero medieval, un personaje ejemplar. Al convertirlo en mito, trasciende la propia biografía del Cid histórico.

Al ser un texto adaptado, escrito para su mejor comprensión, solo resaltan algunos rasgos de estilo, no todos.

  • Estilo oral: el rasgo más identificado es el epíteto << nuestro Cid Ruy Díaz,  el Castellano>>.
  • Formas verbales en segunda persona del plural: <<sabed, que no por vivas>>.
  • Cesura: << El Campeador, ligero,// corría tras de su alcance>>.
  • Anticipación épica en voz del juglar: este rasgos sirve  para aportar expectación a la acción <<Sabed que el moro no osó>>.
  • Paralelismo y repetición: repetir las mismas palabras en diferentes versos <<Tanta lanza allí veríais hundir, y bien pronto alzar; tanta adarga en aquel caso romper y agujerear; tanta loriga deshecha de parte a parte pasar y tanto blanco pendón>>.
  • Parataxis: consiste en la coordinación de elementos del mismo tipo gramatical o igual función sintáctica. << Sube al caballo el Minaya; lleva la espada en la mano>>.

Hay que decir que en la adaptación de esta obra al castellano actual, para su mejor comprensión, se han añadido muchos conectores que no figuran en la original.
Lo propio del texto épico es la sintaxis suelta, la yuxtaposición y la falta de ilación. A veces, también la ausencia de verbo introductor y, sobre todo, la libertad en el uso de los tiempos verbales.

La lista de la terminología <<militar>> del verso 762 al 777 es la siguiente:
Embrazar: meter el brazo por la embrazadura o asa del escudo.
Pendón: bandera más largas que anchas que colgaban las lanzas.
Enseña: bandera, estandarte.


Ricard Palomar Alarcón
Gerard Piera Arrufat
Guifré Ramis Díaz
Javier Verkaik Rodríguez de Liébana



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